Esta lista comienza con la banda sonora de Indiana Jones, personaje que nos acompaña durante todo el capítulo. El resto de temas refutan algunos de los mitos sobre el juego: la idea de que el juego sea siempre «gracioso» o «infantil» (Requiem de Mozart), un combate competitivo (Tangos de Pepico), una actividad fácil (Capricho número 24) o un lujo exclusivo para gente que se lo puede permitir (Nobody knows the trouble I’ve seen).
«Raider’s March» de Indiana Jones – John Williams
«Confutatis Maledictis» del Requiem K626 – Wolfgang Amadeus Mozart
Tangos de Pepico – Estrella Morente (atención a la coordinación que requiere esta pieza y a la actitud colaborativa que expresan los «oles» y otras exclamaciones de apoyo)
Capricho número 24 – Niccolò Paganini (una de las piezas musicales más difíciles jamás escritas para violín)
Nobody knows the trouble I’ve seen – Mahalia Jackson (Uno de los cantos de los esclavos afroamericanos)
La solución al maldito problema de los nueve puntos
¿No das con la solución? Haz click aquí y verás que no es tan imposible como parecía (aunque, eso sí, hay que pensar «fuera de la caja».
Indiana Jones y el ídolo dorado
La clásica escena inicial de En busca del arca perdida, en la que Indy consigue hacerse con el ídolo dorado tras superar numerosas trampas y peligros.
Jugando a ser Indiana Jones
Esta locura, inspirada en la carrera de Indy para escapar del enorme pedrusco del templo, revienta varios de los clásicos mitos sobre el juego. Que es algo exclusivamente infantil. Que es competitivo. Que es fácil. Que es hedonista. ¡Espero que nadie se haya hecho mucho daño grabándolo…!
Lecturas para explorar las trampas y claves del juego
Esta pareja se mantiene joven porque llevan toda la vida jugando al ritmo de la música swing.
La seriedad lúdica
En esta escena clásica de Toy Story, su protagonista Andy se mete de lleno en su mundo lúdico de fantasía, viviendo una aventura creativa y apasionante son sus amigos juguetes. Pero si te fijas, no ríe en ningún momento. Se toma su juego muy en serio.
Un juego cooperativo
No todo el deporte tiene por qué ser competitivo. He aquí un ejemplo de un divertido juego que consiste en crear una «vía» para el «tren» que va circulando cada vez más deprisa en un gran círculo. Fíjate en cómo se lo están pasando los jugadores. ¡Y el ejercicio que tienen que hacer para asegurar la circulación de la pelota!
No hay nada más real que esto
No todo el juego requiere entrar en un mundo de la fantasía. Hay actividades lúdicas clásicas muy terrenales. Como ésta.
¿Orden o caos?
El juego promueve el orden, no el caos. Aquí tienes un ejemplo circense, basado en el clásico juego de la comba.
El día de la diversión en el trabajo
Jugar no es lo contrario de trabajar. Al contrario: divertirse trabajando es el ideal al que todos deberíamos aspirar. Llevo más de 20 años, junto a mi compañero Jesús Damián Fernández Solís, difundiendo esta idea. Y como parte de nuestra solemne misión promocionamos desde 2008 «El día de la diversion en el trabajo» (1 de abril). Aún no es tan famoso como la Navidad o el Halloween, pero algún día lo será.
La importancia del juego arriesgado
Ponencia de Mariana Brussoni, una de las principales expertas en el juego arriesgado, explicando por qué es tan necesario tomar riesgos para aprender competencias y desarrollarse de forma saludable.
Camisetas «divertidas» sobre el cáncer
Uno de los diversos sitios web que venden camisetas con mensajes de un humor muy negro para pacientes de cáncer, como NOT DEAD YET («Aún no estoy muerto/a»). El juego, más que un lujo, es una necesidad para el ser humano.